Durante seis meses, la estructura de la vivienda estuvo montada en el taller. Fue durante ese tiempo cuando, gracias a un equipo de trabajo y a la ilusión por aquel proyecto, se consiguió mejorar el sistema estructural y optimizarlo hasta lograr reducir los costes productivos y temporales necesarios.
A su vez, se dotó a ese método estructural de la capacidad de adaptación para los diferentes acabados exteriores e interiores posibles. Fue así como Moduacero logró desarrollar su propio método constructivo, solicitando ese mismo año la patente constructiva.
Desde entonces, Moduacero tiene un claro objetivo: construir viviendas sostenibles e inteligentes, personalizando e individualizando cada proyecto a cada cliente, aportándoles confianza, seguridad y garantías.